Viendo el ciclo de la pulga es fácil comprender que la vivienda constituye un ambiente ideal para que las pulgas se desarrollen.
Cuando un perro está infestado se convierte en un “salero” vivo de huevos de pulga, distribuyéndolos por donde pasa, sobre todo en los lugares que más frecuenta como son los lugares de descanso.
Las pulgas fuera de las viviendas pueden esperar en porches y lugares cubiertos, bien protegidas de la luz, en las escaleras y alrededor de las casetas de los perros. Una vez se han introducido en casa, las camas de las mascotas, las alfombras y debajo de los muebles van a ser los lugares favoritos de las larvas hasta que se convierten en adultos y buscan un hospedador que puede ser tu perro o ¿por qué no? las personas que viven en el hogar.
Las pulgas puede sobrevivir a una amplia gama de temperaturas, las bajas temperaturas del invierno no son una garantía de su desaparición. De hecho, cuando la temperatura no es de su agrado los huevos y las pupas permanecen latentes retrasando la aparición de las pulgas adultas incluso durante algunos meses. Ahora bien, cuando la temperatura y la humedad se eleva los adultos salen y se reproducen muy rápidamente (los primeros 50 días una pulga pone hasta 1300 huevos).
Una de las consecuencias más graves y frecuentes de la infestación de pulgas es la dermatitis alérgica a la picadura de pulgas o DAPP. Se trata de una reacción alérgica a algunas de las proteínas presentes en la saliva de la pulga.
No siempre que hay una infestación por pulgas se produce esta enfermedad, aunque esta dermatitis es seguramente la afección cutánea más frecuente en perros (y también en gatos) en áreas cálidas o templadas como son los países mediterráneos.
Esta enfermedad suele afectar a animales entre el año y los tres años de edad y es raro encontrarla en cachorros de menos de seis meses. Una vez se ha establecido el estado alérgico basta una picadura semanal de pulga para que se mantenga la enfermedad. Algunas razas están más predispuestas que otras (como el pastor de Alsacia o el boyero de Flandes).
Es fácil distinguir esta afección porque aparece una dermatitis con una gran sensación de picor. Se forman costras, nódulos y escamas en la piel, sobre todo en la zona lumbar y en los miembros posteriores. También se ve afectado el abdomen donde aparecen lesiones. Es frecuente observar la caída de pelo en las axilas y las ingles y en el cuello. La visita al veterinario es conveniente en cuanto se vean aparecer los primeros síntomas ya que las lesiones pueden empeorar e infectarse (dando lugar a seborreas y piodermas).
Evidentemente, lo primero que hay que hacer es evitar la picadura de pulgas para que la dolencia no se perpetúe.
Ya ves que hay razones muy importantes para combatir las pulgas antes de lamentar las consecuencias que puede conllevar una infestación. No esperes a descubrir los signos de la presencia de pulgas para aplicar un tratamiento que actué eficazmente como preventivo.
Cuando detectas la presencia de pulgas adultas en tu mascota significa que ya se están desarrollando una gran cantidad de pulgas inmaduras en el ambiente. Así que elige un producto que actúe tanto sobre las mascotas como sobre el hogar, capaz de eliminar las formas inmaduras escondidas en alfombras, camas y bajo los muebles. estos productos contienen un IGR, un inhibidor del crecimiento que evita que las larvas lleguen a ser adultas. Así eliminarás la fuente de futuras infestaciones.
Imágenes
La llamada pulga del perro (Ctenocephalides canis) es la de la izquierda y la del gato (Ctenocephalides felis) la de la derecha, muy parecidas aunque ha sido la del gato la que más se ha extendido.
Un perro infestado se convierte en un “salero” vivo de huevos de pulga, distribuyéndolos por donde pasa. Los huevos eclosionarán y darán lugar a larvas, a pupas y a adultos que esperarán hasta que un nuevo hospedador se ponga a su alcance.